viernes, 11 de septiembre de 2015

Introducción a la Asexualidad

Hoy les traigo un post que encontré en el Blog: "Tu Manifiesto: donde habitan las ideas" escrito por Jesús Santiago

En esta entrada se trabajan los cambios que ha estado absorbiendo nuestra sociedad en las últimas décadas y, también, cómo los asexuales se ven excluidos en medio de esta hiper-sexualidad que nos rodea.

Introducción a la Asexualidad

En los últimos años parece que estemos ante un “boom” sobre sexualidad. Lo que hace unos años hacía mirar con vergüenza hacia otro lado y que las señoras tuvieran horas y horas de cotilleos en los trancos de sus puertas en verano cada vez se percibe como algo más cotidiano. Homosexualidad, transexualidad, bisexualidad…son términos, etiquetas que suenan con fuerza para cosas que siempre han existido, pero que, por desgracia, no podían ser pronunciados por miedo a rechazo o incluso a cosas mucho peores por culpa de una sociedad poco avanzada.

Además de esto, podemos observar como la sexualidad en sí, dentro de la heterosexualidad, sufre una época dorada, ya que no existe ese miedo ni ese pudor por el sexo. Podemos ver anuncios de Durex mientras almorzamos sin escandalizarnos, o que en cualquier serie o película aparezca una teta y no tengamos que ir corriendo a la Iglesia más cercana para confesarnos. Ya nadie esconde el hecho de que se masturba. Sí, hacerse pajas. Y sí, las tías también se tocan, no hay que avergonzarse de ello. Y también follan.

Pero, mientras nos encontramos en medio de esta ola de sexo y lujuria, nos olvidamos de otro grupo no menos importante y que también existen : los asexuales.

¿Cómo? ¿Personas que no tienen relaciones sexuales? ¿Son todos curas? ¿Unos estirados? ¿Vienen de Mordor? Para nada. Ser asexual y estar en medio de un celibato no tiene absolutamente nada que ver.

Según un reciente estudio, aproximadamente entre un 1% y un 5% de las personas de todo planeta son asexuales.

Podemos resumirla como la falta de atracción sexual, o el bajo o nulo interés en la actividad sexual. En cristiano, que si te metes en la cama con un asexual, por su parte no va a existir tensión alguna ni vas a notar algo bien duro en un cachete si la cama es muy pequeña.

Como todo, también existen excepciones con sus variables. Podemos encontrar asexuales que tengan cierto impulso sexual y se masturben. Asexuales que ni se toquen los genitales, pero no por rechazo, sino porque no tienen el impulso sexual de un mono a la sombra.

No hay que confundir tampoco a una persona asexual con una arromántica. La persona arromántica no siente amor ni atracción emocional por otra, mientras que los asexuales sí. Pueden tener realciones afectivas completamente plenas con otra persona sexual. La única diferencia es eso, la ausencia de ese impulso, que puede llevar a ciertos momentos incómodos y malentendidos.

Espero que haya servido como “introducción” al tema de la asexualidad, la cual es bastante desconocida por un gran sector de la población, y para que se vea que no son ningún bicho raro. En post posteriores, hablaremos sobre consejos de pareja, tipos de asexuales, etc.

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Saludos desde Argentina!










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